Al igual que en el ámbito deportivo, la inteligencia emocional en la empresa es un factor esencial a la hora de tomar decisiones, resolver conflictos, trabajar bajo presión y responder constructivamente ante las críticas. 

Identificar y utilizar las fortalezas y capacidades de cada uno de los miembros del equipo para el servicio de la organización ayuda a que la evolución y los avances se realicen de la manera más eficiente posible. Saber explotarlas es fundamental en cualquier equipo de alto rendimiento. 

Todos los equipos de rugby se rigen por unos principios y unos valores fundamentales. La cultura del equipo es indivisible con el rendimiento como constante. El clima laboral y el sentimiento de pertenencia son claves para la retención del talento.

El rugby se conquista en equipo. Entender tu rol en el equipo dentro de una cultura grupal única y de alta carga energética hace que toda la maquinaria avance en una misma dirección como una buena melé.

Los placajes son la mejor metáfora de la resiliencia. Cada golpe te tira al suelo pero no te derrumba. Si tenemos miedo al fracaso no conseguiremos el éxito que hay más allá de la autocomplacencia y el victimismo.